¡Bienvenido al Episodio Dos!

Hoy nos sumergiremos en un tema crucial: el autocuidado.

Es esencial que, si padeces ansiedad, te permitas hacer lo necesario para sentirte bien de manera saludable y sostenible.

Sé deliberado en tus acciones y adopta un estilo de vida terapéutico que te calme y te reconforte en cada paso del camino.

Por ejemplo, te animo a experimentar con una variedad de técnicas de respiración, actividades deportivas o prácticas de escritura para descubrir qué funciona mejor para ti. Una vez que encuentres lo que te hace sentir mejor, incorpóralo en tu rutina diaria para mantener la ansiedad bajo control y fomentar tu bienestar emocional.

Ahora, centrémonos en la mañana, un momento crucial, especialmente si sufres de ansiedad. Al despertar, el cortisol, una hormona del estrés, está naturalmente alto, lo que puede provocar que te sientas más ansioso o estresado de lo habitual.

Te recomendaría comenzar tu día con 10 respiraciones profundas para ayudar a regular tu cortisol y preparar tu mente y cuerpo para el día que tienes por delante. Luego, disfruta de un desayuno nutritivo que estabilice tu azúcar en sangre y te proporcione la energía que necesitas para enfrentar el día con confianza.

Después del desayuno, dedica un momento a escribir en tu diario de gratitud. Aunque pueda parecer un gesto simple, este ejercicio puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a encontrar cosas por las que estar agradecido, lo que a su vez puede reducir tu ansiedad y promover una mentalidad más positiva.

Además, te animo a establecer de uno a tres objetivos alcanzables para el día. Estos objetivos deben ser realistas y compasivos contigo mismo, ya que el exceso de presión puede aumentar la ansiedad en lugar de disminuirla.